domingo, 21 de noviembre de 2010

21 Gramos

Dicen que cuando morimos perdemos 21 gramos de peso, la creencia popular ha hecho creer que ese peso que se va es el alma que se desprende del cuerpo y va hacia otra parte. Para algunos sera difícil de creer esto, pero yo creo en el alma, siendo yo un científico social no me puedo dar el lujo de creer en algo intangible como el alma según la escuela marxista y la escuela positivista del pensamiento científico, en ninguna de las 2 cabe la idea de un plano espiritual intangible por los sentidos del cual su origen no puede ser medido por aparatos con el sufijo -metro.

No puedo entregar como prueba científica el hecho de que una persona pierde 21 gramos al momento de morir, puede a ver muchísimas causas igual de validas que contradigan esta idea del alma desprendiéndose del cuerpo. Pero es algo en lo que creo con la fe de un niño.

Pero en mi mente la ciencia y la fe no esta peleada, la ciencia puede estudiar los milagros y la fe puede darle ética a los experimentos, la humanidad decidió hace miles de años que esto no es posible y por eso nadie lo intenta.

Cada día la ciencia nos revela más y más cosas que nunca imaginamos por su naturaleza intangible, como lo son los universos paralelos y las dimensiones atadas por cuerdas monopolares estudiadas por físicos día a día. Si es posible que la vida como la vemos se divida en cada una de nuestras decisiones tomadas y tomaran rumbos separados, veríamos que el "hubiera" que nombre en uno de mis post pasados si existe, solo que es intangible, pero siempre esta en nuestra imaginación, y pensar que en otro universo las cosas salieron tal y como yo lo deseaba me saca una sonrisa.

Regresando al tema del alma, yo creo que al igual que los huesos tienen la función de sostener a los músculos y los órganos, el alma tiene la función de sostener nuestra vitalidad, nuestros sentimientos y emociones, las cosas que nos hacen humanos y nos ayudan a levantarnos todos los días.

Si pudiéramos envasar esos 21 gramos y ver todo lo que pasa un alma humana en su vida, sufre, goza, llora, ríe, se entristece y se alegra, estas son las cualidades que siempre me han hecho pensar que el mismísimo universo y sus seres mas perdurables como las estrellas nos envidian, ya que ellos viven billones de años, pero son estáticos, mientras que nosotros vivimos menos de 100 años y en ese tiempo podemos experimentar millones de cosas más que ellos.

Quiero disfrutar mi tiempo en este pequeño planeta, la vida es hermosa y no quisiera que jamas terminara, pero desear eso es quitarle la belleza que provoca la efimeridad de la vida, algún día al igual que le petit prince encontrare una flor muy especial en esta vida, que muchos dirán que es como muchas otras pero esta sera mi flor, la cual cuidare hasta que el tiempo marchite y regrese a la tierra.

Voy a disfrutar de esta vida, tal vez en este momento no tengo idea de que si soy feliz o si lo seré en un futuro cercano, lo único que sé es que me esforzare todos los días para que cuando esos 21 gramos se desprendan de mi cuerpo me valla con una sonrisa en la boca.

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